En mis viajes de trabajo por España he descubierto lugares que no son muy conocidos, pero que encierran magia y leyenda. Todo empezó cuando en un pueblo de León a orillas del rio Órbigo, situado en pleno Camino de Santiago, me encontré con puente que poseía una historia, esta historia venia reflejada en una placa informativa y recitaba lo siguiente:
"...Corría el mes de enero del año santo jacobeo de 1434;don Suero, hijo de don Diego de Quiñones, caballero del rey Juan II y poeta de la corte, solicitó de su señor el consentimiento para celebrar un torneo. En Medina del Campo se firmaron las Ordenanzas del Passo Honroso.
Enamorado de doña Leonor de Tovar, don Suero penaba su amor con ayuno y sosteniendo cada jueves de su cuello, una pesada argolla. Para ganar la admiración de la dama y acompañado por uss 9 mantenedores, desafío a todos los caballeros que osaran venir a luchar al lugar de La Puente de Órbigo, prometiendo tronchar hasta 300 lanzas.
Por el mes de julio se alzaron al pie del puente la liza. los cadalsos y tribunas desde donde el pueblo presenciaría los combates y 22 tiendas dispuestas para acoger el trasiego de damas, caballeros, armeros, trompeteros, médicos y capellanes, durante los 30 días que duraron las justas.
Sólo interrumpidas para celebrar el día del patrón Santiago, nobleza, jueces, escribanos y notarios, como Rodríquez de Lena, que registró el acontecimiento en el "Libro del famoso Passo Honroso", acudieron a estas justas, peligrosas como pocas por celebrarse, según recogían las ordenanzas, sin escudo. Más de 60 caballeros llegados de Francia, Alemania, Portugal y España, batieron sus armas en 727 carreras. Si llegado el momento, alguno decidía no medirse en justa, deberían cruzar el río por el cauce, lo que acarreaba fama de cobarde. Sólo estaban exentos de lucha los peregrinos que pudiesen atestiguar su condición con una carta de su párroco.
Las 166 lanzas que se rompieron fueron suficientes para liberar a don Suero. Tras la gesta y el merecido descanso en su castillo de Laguna de Negrillos, peregrinó con sus caballeros para postrarse ante la tumba del apóstol Santiago, a quien ofreció una réplica en oro de la argolla con la inscripción:
"SI A VOUS NE PLSYST AVOYR MESURA CERTES IE SUY SANS VENTRUA"
-que será de mí señora, si no moderáis vuestro rigor-
que todavía luce en el cuello del busto de Santiago el Menor custodiado en la capilla de las Reliquias de la catedral compostelana.
Un año más tarde, don Suero se casaba con doña Leonor; veinticuatro años después, uno de los caballeros derrotados en las justas, acabaría con la vida de Suero de Quiñones."
Después de leerlo decidí que estos lugares deberían ser recordados de alguna forma, con este blog espero que aunque sea desde la lejanía, disfrutéis de estos lugares.
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